La familia concebida como un espacio privilegiado de comunión y entrega, es la base de la sociedad; pero ¿Cómo crecer como matrimonio en un mundo en el que tantos rechazan un amor comprometido para siempre y todo parece tener fecha de caducidad? Necesitamos conocer nuestra identidad desde los ojos de Dios para vivir y comunicar el gozo de seguir a Jesús en familia.

¿Por qué creemos en Cristo? ¿Es la Iglesia un invento de los hombres o nace de Dios? Conocer las raíces de nuestra fe es conocer nuestra identidad, descubrir nuestra historia es conocer quienes somos y de dónde venimos para poder anunciar una Buena Nueva que es para todos.

¿Cuál es nuestro valor como personas? Para unos somos lo que poseemos y logremos atesorar, para otros valemos por lo que hacemos… Y cuando ya no producimos dejamos de servir. Temas como el aborto, la eutanasia, la discriminación, la corrupción o cómo ser felices, tienen detrás una forma de ver al hombre. Pero ¿Qué dice Dios sobre nosotros? ¿Quién somos a los ojos de Dios?

Creados a imagen de Dios estamos llamados a construir ámbitos de comunión. Desde los valores de Jesús y el Evangelio, la doctrina social de la Iglesia, nos orienta para poder dar razón de nuestra esperanza construyendo el Reino de Dios. Es urgente trabajar para que nuestra sociedad sea un espacio común de fraternidad, paz, justicia, y dignidad para todos.